Llega el buen tiempo. Y hay que disfrutarlo. Decides invitar a tus amigos a cenar. Y lo planificas: El salón de tu casa, aire acondicionado a tope, la mesa montada, manteles, servilletas, centros de flores, música ambiente… y esto empieza a parecerte un plan un poco invernal y también un poco soso.
Es verano, y lo que te pide el cuerpo es salir al jardín, disfrutar de la terraza, del patio, de lo que tengas, hasta del parque que hay frente a tu casa, o del monte si vives cerca. Aire limpio, sonidos del entorno… mucho mejor ¿verdad?
Para estas ocasiones, lo ideal son cenas de picoteo o las barbacoas. Sencillas, veraniegas y más informales. Y qué mejor final que un postre servido en un vasito, fácil de comer mientras charlas o paseas, ligero y fresquito. Los vasitos son fáciles de transportar a donde quieras, se pueden comer de pie, y además, no me vas a decir que no son una monada…
Para abrir boca, hoy Virgina del blog Sweet & Sour , nos trae estos deliciosos petit-pots de tarta de queso y coco.
Ingredientes (para 5-6 vasitos de unos 300 ml)
Para la base
• 75 g de harina
• 20 g de coco rallado
• 45 g de azúcar moreno
• 65 g de mantequilla derretida
Para el relleno
• 135 g de azúcar de palma rallado
• 2 cucharadas soperas de agua
• 250 g de queso crema
• 175 ml de crema de coco
• 2 huevos a temperatura ambiente
• 75 g de azúcar molido
• 1 cucharada de postre de jengibre molido
Para la salsa de caramelo salado de azúcar de palma
• 160 g de azúcar de palma rallado
• 60 g de mantequilla semi-salada
• 1,5 g de flor de sal
• 115 g de nata (35% materia grasa)
Elaboración
Preparamos nuestros recipientes, engrasándolos ligeramente con un poco de aceite, y precalentamos el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo.
Preparamos también el almíbar o sirope de azúcar de palma que se añadirá al relleno, pues debe enfriarse para su incorporación a la masa. Para ello ponemos en un cazo pequeño el azúcar y las 2 cucharadas de agua a fuego bajo, revolviendo constantemente hasta que el azúcar se haya disuelto. En ese momento retiramos del fuego y dejamos que se enfríe completamente. Reservamos.
Preparamos entonces la base que en este caso no será galleta, sino una masa propia preparada con coco.
En un bol pequeño mezclamos bien la harina, el azúcar moreno y el coco. Añadimos la mantequilla derretida, mezclamos hasta que todos los ingredientes queden impregnados y húmedos. Repartimos en el fondo de cada vasito, cuidando de presionar bien y de que la capa no quede excesivamente gruesa, pues crecerá al hornearse a pesar de no llevar levadura.
Introducimos en el horno y mantenemos 15 minutos. Extraemos y dejamos entibiar mientras preparamos el relleno, y bajamos la temperatura del horno a 150 ºC.
Para preparar el relleno, mezclamos primero con el accesorio de pala de la Kitchen Aid a velocidad mínima, o en un bol con una espátula o cuchara de madera, el queso crema y la crema de coco, hasta conseguir una mezcla homogénea.
Añadimos entonces los huevos uno a uno, sin introducir mucho aire (si no tenemos Kitchen Aid usaremos unas varillas). Cuando estén perfectamente integrados añadimos el azúcar y el jengibre molido, y mezclamos.
Por último añadimos el sirope de azúcar de palma y mezclamos hasta que esté completamente integrado.
Vertemos en los vasitos dejando un dedo de espacio por arriba e introducimos en el horno durante unos 45-50 minutos.
Pasado este tiempo, apagamos el horno y dejamos la puerta entreabierta hasta que esté completamente frío. Llevamos entonces al frigorífico cubiertos con su tapa, recordando sacarlos al menos 1 hora antes de degustarlos para que se entibien, y de esta forma que la textura sea bien cremosa y el frío no reste sabor a la preparación que es muy suave.
Preparamos el topping de salsa de caramelo salado con azúcar de palma.
Llevamos a fuego medio el azúcar en un cazo de fondo grueso. Cuando veamos que todo el caramelo está líquido y morenito, lo retiramos del fuego y añadimos la mantequilla en trocitos. Cuidado no os queméis, porque en este punto el caramelo se enfurecerá y saltará.
Añadimos la sal, y con ayuda de una cuchara de madera mezclamos bien para que la mezcla se homogenice.
Cuando la mezcla de caramelo y mantequilla esté bien integrada, añadimos la nata templada, de poco en poco para evitar que se hagan grumos, y revolviendo continuamente hasta integrarlo todo perfectamente. Llevamos a un tarro de cristal y dejamos que enfríe antes de cerrarlo.
En el momento de servir o degustar procedemos al montaje, añadiendo un par de cucharaditas de salsa de caramelo salado como topping. Una absoluta delicia.
¿No te gustaría aprender a hacer más postres en vasitos? Puedes aprender a prepararlos con nosotros, el próximo sábado 12 de julio y también el domingo 13, con nuestra simpática chef repostera Rocío Arroyo. Una oportunidad excelente para aprender a hacer postres con una presentación de lujo.
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